domingo, 17 de noviembre de 2019

Jaque Mate

Pensabas que seguiría abrazando
la tristeza.
Que sería la perdiz comida de una crónica
no anunciada.

Pensaste que la tregua convertiría ranas en apuestos galanes.
Imaginaste tu vida a la deriva marchitando la semilla de la mía.
Envenenaste con dulces aromas a malas artes,
cambiando la luna a menguante,
adornando estrellas fugaces
y estrechando caderas en bailes.

Tu detector de corazón en braille
me sentenció a una pequeñez incesante,
aumentando en bailes de tropiezos
por ataduras de zapatos de cristal.
Creíste gobernar por siempre mi tic tac,
asomando tres sonrisas al azar
mientras tus manos sostenían un puñal.

Pero amor,
perdí tu mapa y el cuento acabó.
Un silencio de realidad dosificó
y las estrellas cayeron.
Y por la luna lunera encontré
otra senda
con una sola huella y una pieza.

Amor,
esa pieza no es bonita
a veces torna a frágil
y otras se limita.
Pero en este nuevo mundo
nada la marchita.
Y esa huella
delimita
que de nada sirve avanzar
si pesa más el cristal
que el sonido
de nuestro tic tac.

Que esta pena corrompe
a la par que ve horizonte,
y caballos a galope
de una sola jinete.

Amor,
Rey
cuide de su reino,
porque ella planea el jacke
mientras usted es preso de su mate.





No hay comentarios:

Publicar un comentario