domingo, 27 de octubre de 2019

Aullido de Luna

La flaca
del fondo del placard,
De perros en asiento trasero
con doble rasero.
De labios amantes de alquitrán
y del chirriar de dientes.
Del embrague de infinitas pulsaciones,
del latir de noches sin salida.

Vanidad ininterferida.
Drogodependencia al eco del lamento 
ahogado en un falso sueño,
el deseo del pozo sin fondo
con vísperas a retoño.

De olor a llanto mezclado
con tequila y saliva.
De estrellas a la deriva  
en noches frías.

Pero ante todo dueña
de la luna que la guía.
De las voces no se fía, 
aulla y se vacía.
Se apodera de energía
y así de nuevo
renace en su cacería.

De vuelta al claro
las estrellas ya no brillan,
solo piel al descubierto
y su eco que fulmina.

domingo, 20 de octubre de 2019

ONIRIA

La miraba como un ciego por primera vez
inmerso en sus pupilas dilatadas,
su hoyuelo dibujado en la comisura inferior,
sus mejillas sonrosadas por pudor
que escondían una tímida sonrisa,
un ligero trazo sobre lienzo
reflejo de un alma pura.

El tiempo se detuvo entre tanta multitud,
un escalofrío traspasó su corazón
como una bala de cañón
que arrasó todo a su paso.
No podía evitar sentirse pequeño otra vez,
por su leve risa nerviosa,
su voz cálida y melosa.

Era gravedad inevitable,
no podía escapar de ella.
Cautivadora y emocional
Musa de las 1000 sensaciones.
No recordaba la última vez
que no sentía los pies en el suelo,
ni estaba en un universo paralelo
viendo una luz al final del túnel.

Esa fantasía le había ganado la partida,
y sin darse cuenta
él también sonrió,
y tratando de no verse ruborizado
se aventuró a romper el hielo,
y su nombre desveló.







lunes, 14 de octubre de 2019

15 de Octubre

Última parada, llueve, esperando que el andén frene.
Frene de grietas, de nanas que adormecen,
de cuestiones y premisas sobre el qué se siente.

Elocuente se siente, pero nunca se arrepiente.
Se frena ante el deseo intacto de descubrir lo evidende, esta odisea de ejércitos hirientes.

Y el soldado no renuncia a la barrera de Oradea, la de orgullo por bandera;
Si un clavo saca a otro clavo dígale que ya probé el martillo.
Y lamentablemente se ha fundido con delirio.
Delirio no entiende de penas,
ni de cantinas de princesas ahogadas en ginebra.

Este último bar da cierre de despido,
No soy mora pero doy mi último suspiro,
entre versos nazaries que octubre abre paso al olvido;

Olvido que premia, cubre y libera,
a este yo que andaba perdido
entre algún ribera
noches del Sena
y ruinas de hoteles a la luz de las velas.

domingo, 13 de octubre de 2019

A QUEMARROPA

Era noche de encuentro y fuego
ligada a una copa, un debate y miedo,
miedo a sus labios, a esa brisa que le atrajo a mi pecho;

El tiempo traspasó ese portal, su camisa y mi ciego
desenvolvimos la cama como las olas rompen a favor del viento,
en nuestro caso no era viento, sino huracán que erizó el vello
un suspiro acompasó y en la garganta ahogó un "te quiero".

¿Qué habría pasado si esa ventisca no hubiese apagado la incandescente llama?
Esa misma que hechizó nuestras pupilas aquella noche de Febrero.